Por Germán Carías/GCIDA2025®
El Fútbol Club Barcelona asombra al mundo con un juego espectacular, excelso, efectivo y alucinante. En los octavos de final de la Champions League, los dirigidos por Hansi Flick, enfrentaron el martes al Benfica de Portugal, que logró igualar el cotejo al minuto 13’ con un cabezazo soberbio de Otamendi, pero más nada pudo hacer ante un Barça bien aceitado. Los culé habían conseguido el 1-0 al minuto 11’, por una genialidad de Lamine Yamal, que dejó desparramado en el césped a un zaguero portugués, para asistir a Raphinha, que de volea anidó la esférica con un toque sutil en el palo derecho de la portería defendida por Pavlidis.
Y Lamine “Potter” Yamal siguió hilvanado con la esférica a sus pies, en el campo del Olímpico de Lluís Companys de Barcelona, poesía en movimiento.
Yamal que ya había anunciado que quería su gol con remates fallidos, al minuto 27’ nos regaló un autentico golazo, Lamine hizo su acostumbrada diagonal de derecha a izquierda, para con un gesto técnico solo reservado a los elegidos por los dioses, prendió el balón con su zurda educada y con un comba endemoniada incrustó la pelota en el palo izquierdo del portero portugués.
Sin embargo los del Barcelona querían más y tras un contraataque fulminante, Balde, centra la número 5 y con la pierna izquierda, Raphinha, guarda la esférica en el palo derecho al minuto 42’. Y así se fueron al descanso con el marcador 3-1.
Al iniciar el segundo tiempo los de Flick, se dedicaron a mantener la pelota dominada, para contraatacar si había la posibilidad y descansar, el estratega alemán ya pensaba en el partido del domingo en La Liga ante el Atlético de Madrid. Inclusive cambió a casi todos sus jugadores. El Benfica no tuvo oportunidad de hacer daño, por lo que las hostilidades culminaron 3-1 y en el marcador global 4-1. El Barça enfrentará en cuartos de final de Champions League al Borussia Dortmund.
El Real Madrid avanza a cuartos al derrotar al Atletico en penales con ayuda arbitral y poco fútbol
No había pasado un minuto en el cotejo del miércoles en los octavos de final de la Champions League, en el cual el Real Madrid se enfrentó al Atlético, los narradores y comentaristas ni tuvieron tiempo de probar el café, y con un contraataque efectivo los colchoneros consiguieron el primer gol. Rodrigo De Paul centró el balón raso y fuerte, Giuliano lo dejó pasar y Gallagher lo empujó. Parecía que los dirigidos por Simeone, golearían al Real Madrid más ineficaz de los últimos años. Pero a pesar de que jugaron mejor y llegaron más a la portería defendida por Courtois, el encuentro llegaría a la tanda de penales.
Y en estas instancias el Real Madrid siempre ha gozado de la simpatía de los árbitros.
Ya en el encuentro, en la segunda mitad al minuto 68’, el colegiado había pitado la pena máxima a favor del Real Madrid, tras una falta de Lenglet en el área contra Mbappé. El encargado de castigar desde los 12 pasos fue Vinicius, pero falló al enviar la esférica a las gradas. Y así con el marcador global empatado se fueron a tiempos extras y luego los penaltis.
La polémica de este cotejo se presentó al cobrar su penalti, Julián Álvarez, que al tomar vuelo para impactar el balón resbaló, aunque logró el tanto. Y fue cuando el colegiado Szymon Marciniak, anunció que el gol sería anulado por doble contacto a la esférica. Hemos visto las imágenes una y otra vez desde diferentes ángulos y llegamos a la siguiente conclusión. Si se resbaló el pateador y hubo un contacto anterior antes del disparo, ¿por qué la pelota no se movió? Es cierto, la regla de doble contacto anula un gol de penal, pero en este caso, para nosotros, no existió ese doble contacto. En cuartos de final de la Champions los merengues enfrentarán al Arsenal, que luce mejor y podría desnudar al Madrid de Carlo “CJ’ Ancelotti. Gracias por leernos y por favor mientras manejes no envíes textos por tu celular.
Facebook: @germancariashijo
X: @germancarias
Instagram: @germancarias.periodista
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonComm
No hay comentarios:
Publicar un comentario