Marco Antonio (Musiú) de la Cavalerie, Luis Aparicio y Juan Vené, en la Serie Mundial de 1966, que los Orioles les ganaron a los favoritos Dodgers, en cuatro juegos. |
Coral Gables, Florida (VIP-WIRE).-
Considero que les hacen tremendo daño a los shortstops, como Omar Vizquel, cuando los comparan con Luis Aparicio.
Como dijo una vez Yogi Berra…: “Porque las similitudes son muy diferentes”.
Luis fue el mejor de su época en la posición, 1956-1973, cuando había muy pocos latinoamericanos en Grandes Ligas. Desde su debut en las Mayores hasta 1964, durante nueve años, terminó campeón en robos de bases.
Y según expresó uno de sus mánagers en Chicago, Al López…: “Ha sido el pelotero, de cuantos he visto, más entregado a su equipo en busca de las victorias, a veces en contra de sus propios números”.
Por ejemplo, 411 veces bateó intencionalmente roletazos por primera o segunda para ser out, porque así arrimaba corredores a segunda o a tercera.
Con razón, apenas llegó a los Medias Blancas, transformó al equipo en ganador. Y lo mismo ocurrió con los Orioles y los Medias Rojas.
En su carrera de 18 años, robó 506 bases en 642 salidas, cuando los robos habían desaparecido casi por completo, desde los años 20, gracias a la bola viva y a Babe Ruth.
Luis Aparicio cumplirá 88 años el próximo viernes 29, igual que el 28 de septiembredel próximo 2023, hará 50 años de su retiro.
Además, el 31 de octubrede este año será el aniversario 30 de cuando se reveló que hasta entonces, solo dos entre todos los shortstops de la historia, habían ganado ocho títulos de fildeo, Lou Boudreau y Luis Apricio.
Mencionaban a Ozzie Smith, siete títulos; Honus Wagner, cuatro; Ernie Banks, tres; con dos, figuraban, Cal Ripken, Joe Cronin y Phil Rizzuto; con uno, Pee Wee Reese; y con cero, Luke Appling.
Celebremos, pues, cuando menos, en todo Venezuela, en Chicago, en Báltimore y en Boston.
Ví a Luis recogiendo roletazos cuando, en 1948, yo vivía en Maracaibo y él estaba en sus 14 años de edad.
Era antes de los juegos de Gavilanes en el Estadio Olímpico de Maracaibo. Después de las prácticas de los equipos, Luisito, a corta distancia, le lanzaba a su papá, Luis El Grande, quien le bateaba.
Lo ví más tarde, jugando en el leftfield del equipo Policía de Caracas, doble A, aficionado.
Y como periodista y narrador, viví gran parte de su carrera en Grandes Ligas. O sea, lo conozco tan bien, que se el único licor que tomaba. Era el pousse-café, “Galíano”, italiano, amarillo y con unas ramas dentro de cada botella. Nos tomábamos una copa después de cada cena.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.
jbeisbol5@aol.com
@juanvene5
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