Maduro, el último en enterarse - Germán Carías Al Día

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martes, 22 de febrero de 2022

Maduro, el último en enterarse




El miércoles pasado, el juez del caso criminal contra Alex Saab Morán, que cursa ante la Corte del Distrito Sur de Florida, EE. UU., desclasificó una serie de documentos de particular interés.

Ya en agosto de 2021, ante una pregunta  de la prestigiosa periodista Maibort Petit, en su programa "Sin Filtros", el suscrito cronista, había respondido que, en círculos policiales del sureste de Florida, era un secreto a voces, que Alex Saab Morán, era o había sido, informante de la DEA. Tanto quebrar lanzas y dilapidar millones para defender a Saab Morán, para  que el desgobierno de Maduro -cual marido engañado- sea el último en enterarse de las infidelidades de su "embajador" predilecto.

A continuación, parte  del material  accesible al público, a partir del pronunciamiento judicial del miércoles pasado que apuntan en el sentido expuesto:

Entre el 8 y el 16 de agosto de 2016, Saab Morán, a través de sus abogados sostuvo, en Bogotá, reuniones con agentes de la “Administración para el Control de Drogas”, DEA y de la “Oficina Federal de Investigaciones”, FBI.

 En esos encuentros, Saab, por sí o a través de sus mandatarios, aportaron información sobre el compromiso de instalar en Venezuela, centenares de viviendas prefabricadas para personas de bajos ingresos. La justicia norteamericana ya estaba en cuenta que la referida operación “comercial” lesionó el Patrimonio Público de Venezuela. Mientras el gobierno, presidido por Chávez, desembolsó USD 160 millones, costo total del contrato, las empresas de Saab no entregaron ni una sola casa. Parte del dinero negro producto de semejante ilícito, se lavó en Miami y por ello las autoridades locales afirmaban su jurisdicción en el asunto.

El 28 de noviembre de 2017, Saab Morán, acompañado de otros de sus abogados se reunió con agentes especiales de la DEA y con un asistente del Fiscal General de EE. UU.. En las actas del expediente judicial tramitado en Florida, no consta, la agenda de tal encuentro.

 El dos de junio del año siguiente, Saab celebró nueva entrevista con abogado del gobierno de EE. UU. y aquí transcribimos, a la letra, lo que expresan los documentos correspondientes : “(...) posteriormente, Saab, entregó un borrador de propuesta de su abogado por correo electrónico a un abogado de los EE. UU. en el que reconoció que pagó sobornos a altos funcionarios del gobierno venezolano. En los informes posteriores, Saab Morán de nuevo admitió, haber sobornado al entorno de Nicolás Maduro con motivo de los (mil millonarios) contratos para proveerle alimentos a  Venezuela”.
El 27 de junio de 2018, Saab Morán, firmó con la  DEA un “Acuerdo de Colaboración” y se convirtió  en “fuente activa de aplicación de la ley”. De inmediato,  el nuevo colaborador comenzó transmitirle a su nuevo mandante, información confidencial a través de llamadas telefónicas, mensajes de texto y mensajes grabados.

Saab Morán, además, para optar a las rebajas de condenas que ofrece el sistema de justicia criminal de EE. UU.,  aceptó transferir a la DEA como en efecto le transfirió a cuentas bancarias de dicha agencia sus enriquecimientos ilícitos, devengados con su socio Álvaro Pulido Vargas por un total de USD 12.650.698,70. 

En reunión del 4 de abril de 2019, celebrada en alguna ciudad europea, Saab Morán, a través de uno de sus representantes, se comprometió con los efectivos de la DEA y de la Fiscalía de EE. UU., a entregarse antes del 30 de mayo de ese año, para su reclusión y sometimiento a juicio ante los jueces de Florida,, EE. UU.. Pero a partir de la reunión mencionada en último término no volvió a saberse de su paradero, por lo que las autoridades de EE. UUi., procedieron a incluirlo en la lista de sancionados por la Oficina de Control de Activos Extranjeros, OFAC y a desactivarle la protección que le confería su estatus de cooperante de la referida, agencia antinarcóticos.

 Los abogados defensores del sedicente “embajador” desmintieron el mismo miércoles pasado que su patrocinado, hubiese delatado a altos cargos del gobierno de  Nicolás Maduro.  Según los letrados, las mencionadas  reuniones con las autoridades de EE. UU.,  fueron, con la ciencia y complacencia de Maduro, puesto que el único propósito de las mismas, habría sido informar, los movimientos mercantiles de las empresas de su cliente. En el correspondiente comunicado público, los abogados insisten en la lealtad de su defendido, con quien se dice, tiene relación de interpósita persona, hombre de paja o vulgar testaferro. 
Saab Morán, a través de una vigorosa campaña por las redes, acciones de calle y avisos de prensa, se pretende víctima de persecución de EE. UU. por razones políticas y por ende, mártir de la supuesta Revolución Bolivariana. Sus detractores, por el contrario, lo estigmatizan de corrupto y soplón cromosómico, capaz de lo que sea con tal de salvar su  pellejo. En cualquier caso, se estremece la cúpula del chavomadurismo más rancio, ante la posible defección de quien es percibido como la gran caja negra de los negociados de la narcosatrapía.

La realidad procesal, puesta al descubierto  a partir del miércoles debilita los ya debilitados alegatos de Saab Morán basados en su pretendida inmunidad diplomática y la supuesta falta de jurisdicción de los tribunales norteamericanos para conocer su caso.  Además sus incumplimientos de los previos acuerdos celebrados con la DEA y la Fiscalía de EE. UU., corroboran la tesis de esta última, según la cual al ser apresado en Cabo Verde, ya era, un evadido de la justicia norteamericana. En este momento, Saab Morán, mantiene la posibilidad de volver a negociar su declaración de culpabilidad  -aunque en condiciones menos favorables de las que tuvo cuando rompió sus compromisos previos antes aludidos. Los  detalles de cualquier acuerdo futuro podrían permanecer en secreto, para proteger a su esposa e hijos que residen en Venezuela -o que se encuentran en calidad de cuasirehenes de Maduro para que no “cante”.  Ante tal realidad,  no hay que ser muy zahorí para saber cuál será el desenlace de este proceso judicial que ha tenido en vilo a la opinión pública de varios países, estos últimos dos años.   
Saab, ¿Mártir y perseguido político? O soplón y corrupto de siete suelas.

 Y a todas éstas, Maduro y compinches, los últimos por enterarse.

@omarestacio

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