Caracas, Venezuela Domingo 22 de agosto de 2021 (AP) — Amanece en Caracas y decenas de turistas se concentran en las inmediaciones de uno de los teatros más modernos y grandes de Latinoamérica a la espera del autobús que los llevará a hacer un recorrido por un barrio de la ciudad, que visitarlo resulta inusual para la mayoría de los venezolanos.
Miguel Espinoza, así como otros turistas nacionales y extranjeros, mostró su entusiasmo de visitar una barriada pobre, otrora una de las tres más peligrosas de la capital venezolana que si bien no ofrece un paisaje natural de ensueño, ni mucho menos hay museos o monumentos afamados que suelen ser el foco del turismo tradicional en cualquier parte del mundo, les permite adentrarse en un lugar que está muy lejos de ser el sitio aterrador que muchos imaginaban.
“Lo especial es que nunca pensé que yo podía venir para acá”, dijo Espinoza, un jubilado 77 años, que vive en Chuao, una próspera urbanización del este de Caracas. Cuando le contaron sobre el llamado “San Agustín Cumbe Tour” en principio “no lo creía, pero me convencieron y vine. Realmente es muy bueno”.
El funicular fue inaugurado en el 2010 para que los vecinos pudiesen transportarse de manera rápida y segura, una alternativa a laberínticas escaleras que condenaban al aislamiento y dificultaban el traslado de personas con problema de movilidad.
En el Barrio de San Agustín, cerca del centro de Caracas y donde antaño reinaba la basura y por doquier deambulaban jóvenes armados que habían hecho del delito su fuente de ingresos, ahora reina la esperanza y la convicción de que el arte y la cultura son capaces de transformar incluso al peor de los delincuentes.
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