Rhode Island, Estados Unidos 22 de junio de 2021 (AP) — Cuando las autoridades de procuración de justicia en Estados Unidos necesitan información para hacer su trabajo, recurren cada vez más a las enormes reservas de datos personales creadas por las grandes empresas tecnológicas a través de los dispositivos y servicios en línea que han enganchado a miles de millones de personas en todo el mundo.
Según datos recopilados por cuatro de las empresas de tecnología más importantes, las solicitudes de información de los usuarios (como los registros de llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes de texto, fotos, historiales de compras, rutas de conducción y más) por parte de las fuerzas policiales han crecido más de tres veces en Estados Unidos desde 2015.
La policía también es cada vez más astuta para cubrir sus huellas, a fin de no alertar a los sospechosos sobre su interés.
Ese es el telón de fondo de las revelaciones recientes de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos durante el gobierno de Donald Trump, primero solicitó datos recopilados por Apple, Microsoft y Google sobre miembros del Congreso, sus asistentes y reporteros durante investigaciones de filtraciones de noticias, y luego buscó órdenes judiciales a fin de impedir que esas empresas informaran a sus objetivos de que estaban siendo investigadas.
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