Germán Carías
El cotejo de octavos de final de la Champions League comenzaba con molestias de los futbolistas del París Saint Germain. A su llegada a Barcelona fueron abucheados e insultados por una muchedumbre, que le reclamaba a Pochetino y Leonardo el querer llevarse al ídolo argentino Lionel Messi. La prensa catalana inclusive arremetía con fiereza y le advertía a los franceses que iban a ser derrotados en el Camp Nou.
Pero no fue así. El Barça de Koeman fue goleado 4-1 y con hat-trick del crack Kilian Mbappé. Los dirigidos por Pochetino bailaron a un Fútbol Club Barcelona desdibujado. El regreso de Gerard Piqué luego de una lesión fue catastrófico y se evidenció el principio del fin del zaguero español. Todo el Barcelona lució mal aunque se habían adelantado en el marcador en el minuto 27’, luego que se marcara penal sobre Frankie de Jong que cambió por gol Messi.
Chapó a un Mbappé pletórico en el terreno de juego al hacer ver a los jugadores del Barça como conos de entrenamiento. Kilian se cansó de driblar culés y a la hora que quiso se llevó a Sergiño Dest que nunca pudo con el francés.El plantel del Barcelona pensaba que al estar de baja Neymar y DiMaría en el PSG podían ganar con contundencia. Lo que mostró el equipo de Koeman que los años dorados quedaron atrás y a veces salvan juegos por los destellos del mejor jugador del mundo, Messi, por ahora porque en un futuro no muy lejano Mbappé luce como el heredero.
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